Célestin Freinet
Fontamara, México, 2001
La educación moral y cívica es un libro que muestra cómo la formación del buen ciudadano no puede fundamentarse en la enseñanza de civismo como si fuera una materia más en el plan de estudios. La moral es como la gramática: uno puede aprender teóricamente todas sus reglas, pero aquel que no la practica cometerá erratas.
Aunque las instituciones tradicionales ofrezcan clases acerca de cómo ser una buena persona, al momento en que fomentan la competencia, vuelven al hombre egoísta. La solución está en la formación del sujeto cívico a partir de la continua práctica moral; se trata de crear un ambiente propicio para el desarrollo del individuo.
La técnica Freinet logra esto a partir de sesiones cooperativas y propiciando la educación en el trabajo. Se le confieren roles a los niños dentro de una labor en conjunto (por ejemplo, un periódico escolar) para que comiencen a percatarse de sus responsabilidades. Si el estudiante deja de cumplir con su actividad, se ve afectado el trabajo de todos y él sabe que ha sido su culpa. Pero no se le sanciona: no hay castigos en la escuela Freinet; más bien se trata de reparar el daño a partir de la concientización del error.
En las sesiones cooperativas se discute el rendimiento de los alumnos, pero el profesor “renuncia a su papel de juez y de caudillo y, durante un rato, al de director técnico. Deja en manos de la clase el poder legislativo, judicial y, a veces, el ejecutivo”. En ese sentido, los alumnos comienzan a habitar la moral, a percibir las consecuencias de sus actos: empiezan a formarse como sujetos cívicos.
El libro muestra, a través de nueve artículos, cómo se fundan estos principios y cuáles son las motivaciones para proponer este método alternativo de la educación moral.
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