Fernando Hernández y Juana María Sancho (coords.)
Barcelona, Octaedro, 2017
Esta obra ofrece un mosaico colectivo en el que participan profesores del Grupo de Innovación Docente para Favorecer la Indagación (Indaga-t), algunos de los cuales forman parte a su vez del grupo de investigación consolidado Esbrina de la Universidad de Barcelona. Los dos proyectos se basan en las aportaciones que pueden hacerse a la docencia universitaria desde la perspectiva DIY (Do it Yourself, “Hazlo tú mismo”), fundada en los principios de diseñar, crear, compartir y aprender.
El libro no pretende ser un informe sino un relato del trabajo realizado por esos grupos de investigación e innovación durante varios años. En el primer capítulo se presenta la perspectiva DIY, vinculada al movimiento maker (creador, hacedor, fabricante), como una herramienta eficaz para aprender “nuevas competencias”, contrastando así el aprendizaje real con el normativo. Entre sus objetivos específicos están analizar cómo promover la competencia digital en el currículo de la universidad, generar un espacio flexible de desarrollo de proyectos interdisciplinares y promover la realización de objetos visuales digitales. En el segundo se relata el proceso de formación, con objeto de comprender mejor el significado de la filosofía DIY, a la que los autores añaden: “Piensa por ti mismo en colaboración”, y diseñar posteriormente estrategias para ponerla en práctica en las aulas universitarias. A continuación se muestra su implementación en 10 asignaturas de los grados de bellas artes, pedagogía, educación social y maestro de educación infantil y primaria. Se reconocen los avances de los estudiantes en aprendizaje colaborativo, en aprendizaje basado en la indagación, en alfabetización digital y en aprendizaje autónomo/autorregulado. Pero al mismo tiempo se plantean las dificultades encontradas, entre otras razones por “el carácter preceptivo y segmentado de las asignaturas que hace prácticamente imposible proponer proyectos transversales y transdisciplinares que sitúen a los estudiantes más cerca de los problemas reales en sus campos de estudio y permitan conectar y ampliar mejor sus intereses y potencialidades”.
En el cuarto capítulo se presentan seis experiencias de docencia y aprendizaje guiadas por la perspectiva DIY en varios grados y asignaturas, como una experiencia transversal en educación social, otra en la materia visualidades contemporáneas de bellas artes y tres en otras tantas asignaturas del grado de pedagogía, además de una última sobre la realización de objetos visuales digitales por parte de los estudiantes en los que muestran su trayectoria de aprendizaje.
Seguidamente se reflejan las tensiones encontradas en la aplicación de esa perspectiva en las aulas universitarias, pues se produce un choque de culturas entre las inercias de la universidad actual y lo que supone ese nuevo enfoque en el aprendizaje de los estudiantes, en la forma de entender las competencias digitales y en la conexión entre el dentro y el fuera de la universidad. A partir de esa experiencia, el grupo se plantea nuevas posibilidades: repensar el currículo, pensarse como docente de otra manera, difuminar las relaciones de poder dentro del aula, trabajar la competencia digital de forma colaborativa, etcétera.
En definitiva, este libro supone una valiosa aportación a la investigación en educación y, al mismo tiempo, una invitación al profesorado universitario a abordar proyectos innovadores que vinculen la docencia con la investigación sobre la propia docencia y el aprendizaje de los estudiantes.
Jesús Jiménez Sánchez*
*Reseña publicada originalmente como “Favorecer el aprendizaje autónomo” en Cuadernos de Pedagogía, núm. 482.
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