En tiempos difíciles e inéditos, como los que ha representado esta pandemia, se requieren respuestas creativas y originales a las necesidades educativas, así como implementar nuevas formas de hacer las cosas. Un ejemplo de ello está en la experiencia durante la contingencia sanitaria del colegio Bishopsgate School, en el Reino Unido.
Mi nombre es Rebeca Guillén Felipe, residente en Inglaterra. Soy maestra de educación infantil, audición y lenguaje, y llevo ejerciendo desde hace seis años dentro del sistema educativo británico. Comencé mi aventura profesional en este país desde el primer eslabón del sistema, trabajando en una guardería infantil, que dio paso a una escuela infantil privada. Tras dos años en un colegio público de educación infantil y primaria, seguí escalando hasta el centro educativo privado en el que ejerzo actualmente como maestra de educación infantil en un aula con niños de tres años, en la que hay 25 alumnos y dos asistentes de aula.
Al igual que en sistema español, la educación infantil en Inglaterra no es obligatoria, por lo que el alumnado de tres años en nuestro centro generalmente asiste a media jornada, de 8:00 a 12:00 horas, 5 días a la semana, o a jornada completa, de 8:00 a 15:30 horas, 5 días a la semana.
El centro educativo
Situado en un entorno forestal, muy cerca del Castillo de Windsor, el colegio Bishopsgate School es un centro educativo privado que abarca las etapas británicas de Early Years Foundation Stage (0-5 años), Key Stage 1 (5-7 años), Key Stage 2 (7-11 años) y Key Stage 3 (de 11 a 14 años) o lo que en el sistema español equivale a la educación infantil, educación primaria y primer ciclo de educación secundaria obligatoria.
El equipo docente de Bishopsgate School está formado por unos 70 miembros, 50 profesores titulares y 20 asistentes de aula. Contar con más de un adulto en las aulas trabajando al mismo tiempo facilita muchísimo el proceso de enseñanza-aprendizaje, una circunstancia que valoro de forma muy positiva en el sistema educativo inglés.
Un amplio equipo de educación especial, formado por una directora de departamento, siete personas de apoyo al aprendizaje, una logopeda y una terapeuta ocupacional, así como una enfermera residente, se han encargado, durante todo el período de confinamiento, de dar respuesta a las necesidades educativas específicas del alumnado, así como la creación de un departamento para gestionar el bienestar mental de los alumnos, el staff y las familias a través de videoconferencias, llamadas telefónicas y grupos de trabajo.
Bishopsgate School está formado por dos grandes departamentos: Lower School que acoge la educación infantil y 1º y 2º ciclo de primaria, y Upper School, que va desde quinto de primaria hasta segundo de la escuela secundaria. Entre los pilares del centro se encuentran promover una educación sin límites basada en el aprendizaje de habilidades, mediante un currículum lleno de oportunidades para discutir, investigar, experimentar, desafiar y ser desafiado, favoreciendo así el desarrollo del pensamiento crítico, la reflexión y la comunicación.
Punto de partida
Nuestro punto de partida, al iniciarse el confinamiento el 19 de marzo, fue realizar un análisis de la realidad de nuestras familias para conocer sus necesidades. La mayor parte de ellas están formadas por dos o más hijos, en diferentes cursos, y con padres y madres teletrabajando desde casa. Debíamos responder a esta situación, y para ello la prioridad fue recopilar todo el material tecnológico disponible en el centro y que los alumnos pudieran llevar a casa prestado. Asimismo, elaboramos paquetes para todo el alumnado con el material necesario para trabajar desde casa en función de la edad. Desde los inicios teníamos muy claro que los contenidos y actividades que íbamos a preparar para las siguientes semanas debían ser prácticos y acordes con la situación del momento.
Como institución privada, la situación económica fue y sigue siendo una gran preocupación, lo que nos condujo a llevar a cabo una regulación temporal de empleo, por lo que muchos compañeros fueron despedidos temporalmente, por lo que la carga de trabajo aumentó para los que continuamos. Elaboramos y organizamos en un fin de semana todo un programa de enseñanza online; asimismo convertimos nuestras casas en nuestras nuevas aulas, ya que el siguiente lunes, a las 8:30, comenzaba nuestra aventura online.
Enseñanza virtual durante el confinamiento en educación infantil
En educación infantil se trabaja siguiendo una metodología combinada de asignaturas dirigidas por el adulto (fonética y matemáticas) y la conocida como In the moment planning, de Anna Ephgrave, que se basa en la observación cuidadosa de los intereses y curiosidades de los alumnos para llevar a cabo el proceso de planificación en el momento, en la práctica.
Las oportunidades para aprovechar el momento en que un niño muestra interés en una actividad que se puede construir sobre la necesidad de ser reconocido, normalmente se denominan momentos de enseñanza. Éstos consisten en reconocer que los niños aprenden de manera inconsciente, durante las interacciones informales. La planificación escrita se lleva a cabo en forma de observaciones, registros de las interacciones y notas sobre los resultados. Las claves para llevar a cabo esta metodología son: la observación y escucha por parte del adulto, ofrecer ambientes ricos y estimulantes, y utilizar preguntas abiertas que favorezcan la curiosidad, el interés y el pensamiento.
Todo el alumnado del centro comenzaba su jornada a las 9:00 horas, con 30 minutos de educación física y movimiento impartidos por el departamento de educación física. A las 9:30 horas entrábamos en juego los tutores, impartiendo fonética a través de videos y clases online. Los pequeños realizaban tareas o challenges de forma activa y lo más independientemente posible. En nuestro centro no contamos con libros de textos, pues estos se crean adaptándose a las necesidades y ritmos de los alumnos. En nuestro caso, para la práctica de la escritura los alumnos se llevaron del centro sus pizarras magnéticas y rotuladores para practicar estas tareas. Hemos contado con una plataforma, Evidence Me, en la que las familias desde casa subían fotografías, videos y las tareas de sus hijos, y los docentes utilizamos para corregir y dar feedback.
En el descanso del alumnado los tutores aprovechamos para realizar videoconferencias con las familias y así poder orientar y resolver dudas académicas o dar apoyo social y emocional.
A la vuelta del descanso los links de los videos y clases de matemáticas estaban listos. Personalmente, ha sido la asignatura más complicada de impartir de forma online, debido a la edad de los alumnos, al ser la metodología más manipulativa. En el centro llevamos a cabo la metodología de Maths Mastery, la cual consiste en un enfoque de la educación matemática basada en el dominio de conceptos o habilidades matemáticas en el que se espera que la mayoría de los estudiantes alcancen un alto nivel de competencia antes de progresar al siguiente nivel. Tras el resultado del informe PISA 2012, donde Reino Unido se situaba en el puesto 26º, el gobierno decidió llevar a cabo una reflexión y aprender de los mejores países a nivel de la enseñanza de las matemáticas: China y Singapur.
Los especialistas de lenguas modernas, educación física, música y aprendizaje natural han estado impartiendo clases a través de videoconferencias.
1 de junio: vuelta al colegio
El 10 de mayo el primer ministro inglés presentó las fases de desescalada en Reino Unido y anunció diferentes tipos de medidas. La primera de ellas fue la apertura de los colegios educativos, a partir del 1° de junio, para la etapa de infantil, primero y sexto de primaria. Era decisión de los centros educativos y los directores, en función de su situación individual, la apertura a más cursos de primaria tras la primera semana de clases. Los niveles de secundaria y 1º de bachillerato se incorporarían el 15 de junio, con sesiones presenciales de forma rotatoria con sus profesores tutores en los centros, y un día a la semana para la preparación de los exámenes que se pospusieron.
La apertura de los centros vendría acompañada de medidas como: reducción del número de alumnos por aula, contando con un máximo de 15 alumnos por profesor para garantizar el distanciamiento social de dos metros, a excepción de educación infantil, pues se considera que el distanciamiento social no es posible en estas edades.
A partir de ese momento, otra nueva aventura estaba esperándonos. Comenzamos a elaborar un plan de incorporación escalonada de todos los cursos de primaria y del primer ciclo de secundaria, de tal forma que las tres últimas semanas lectivas todos los cursos pudieran convivir en el centro. Este plan de vuelta a clase abarcaba aspectos organizativos, medidas de seguridad y desarrollo curricular.
En relación a las medidas organizativas, nuestro centro ha optado por la metodología de agrupamiento del sistema burbuja, procedente de Dinamarca. Una de las prioridades ha sido convertir los espacios exteriores y al aire libre en aliados del proceso educativo. Cada “burbuja” se forma por unos 15 alumnos como máximo, con uno o dos adultos de referencia, según la edad. Estos adultos deben ser siempre los mismos con el mismo alumnado, que se relacionan con normalidad, pero sin interacción física con otros grupos. Así, en caso de contagio, no hace falta cerrar el colegio entero, sólo aislar al grupo burbuja; en cada grupo no es necesario mantener distancia de seguridad. Las asignaturas especialistas (música y lenguas modernas) continúan siendo impartidas por el profesor especialista en vivo a través de Google Meet, con el tutor en el aula para supervisar y controlar.
En el centro hemos creado un sistema de entradas y salidas organizadas en tres turnos. Cada burbuja ha sido asignada con un espacio específico en el jardín debajo de un toldo. Debido a la disposición de la entrada, las familias acceden al centro por una única entrada que conduce hacia la única salida, paran temporalmente en la zona correspondiente para dejar a sus hijos, un miembro del equipo directivo recibe al alumnado de una específica burbuja y les ayuda a salir del coche enviándole al toldo que corresponde. El sistema es similar a la hora de la salida, realizándose también de manera escalonada. Es una forma que está funcionando muy bien y fluyendo suavemente, debido a que cada grupo tiene horas diferentes y no hay en ningún momento excesiva acumulación de coches.
En este apartado voy a hacer referencia a importantes detalles que hemos tenido que tener en cuenta y que han afectado a nuestra forma de trabajar. Las aulas de educación infantil han sido, sin duda, los espacios que más cambios organizativos y estructurales han sufrido. Somos un centro que desde hace tres años llevamos un proceso de cambio a nivel de materiales y recursos. Todos nuestros recursos están hechos de materiales reciclados o naturales, como la madera, recursos que favorecen la creatividad y el aprendizaje sin límites del alumnado.
El alumnado tiene su propio material (lápiz, bolígrafo, goma de borrar, colores, etcétera) y estos no pueden ser compartidos. Sin embargo, existen algunos recursos que sí se comparten y al final del día han de ser desinfectados. No pueden traer o llevar nada de casa al colegio o viceversa, debido al riesgo de contaminación cruzada. Asimismo, el contacto de las familias con el centro ha de realizarse vía email o telefónica.
En la actualidad se han llevado a cabo medidas de adaptación del horario, agrupamientos o turnos y flexibilidad de los grupos-clase. Entre otras, hemos podido continuar con el aula matinal y actividades extraescolares. Ha sido necesaria la ampliación de la jornada lectiva debido a la necesidad de tres turnos de entrada y recogida. Los docentes especialistas continúan con la enseñanza online, clases en vivo para cada curso, creándose un grupo de profesores encargados de preparar recursos online y videos para el alumnado que no están incorporados al centro por diferentes motivos.
Respecto a la adaptación de los currículos y las programaciones de los cursos, áreas y materias, se creó el programa de la ITV del Bienestar que se puso en marcha la primera semana de incorporación al centro. Ha tenido como objetivo conocer en qué situación personal y emocional se encontraba el alumnado, así como dar respuesta a sus preocupaciones e informar y responder a las preguntas y dudas sobre el Covid-19. Se han realizado asambleas para trabajar las emociones y cómo dar respuestas a éstas, así como trabajos de socialización en esta nueva normativa.
Las distintas asignaturas y materias se están impartiendo en la medida de lo posible al exterior y de forma activa, evitando estar sentado largos periodos de tiempo y se ha continuado con los refuerzos de algunos contenidos impartidos durante la enseñanza online, por ejemplo, el repaso de los sonidos para la lectura y escritura con los pequeños.
Respecto a la programación de las enseñanzas y materias para aquellos alumnos o cursos que no asisten a clases (el 2%), un grupo de profesores se encargan de recopilar las programaciones semanales de los distintos grupos y preparar material y recursos online para enviárselo.
En relación con la evaluación de este trimestre, se va a llevar a cabo a través de la evaluación continua utilizando las referencias previas al cierre de los colegios, el trabajo durante y el posterior. Se han realizado exámenes online a través de Google Meet y en los informes de evaluación hemos incluido un apartado destinado a la enseñanza virtual.
Cabe destacar de forma muy favorable que, tras la reapertura de nuestro centro, no ha existido ningún caso de contagio o posibles síntomas en nuestra comunidad educativa, lo cual es muy positivo para continuar con esta línea de trabajo.
Aunque no existen muchas instrucciones del gobierno respecto a la vuelta en septiembre, en nuestro centro seguiremos las líneas que venimos desarrollando durante este último trimestre, por los resultados obtenidos. El alumnado de nueva incorporación a tres años llevará a cabo un período de adaptación con horarios de entradas y salidas acompañados por las familias para favorecer su adaptación.
Reflexiones finales
Me gustaría terminar mi experiencia a través de una reflexión personal sobre toda esta situación. En tiempos difíciles e inéditos, se requieren respuestas creativas y originales, y crear nuevas formas de hacer las cosas. Cada uno de nosotros hemos hecho lo que ha estado a nuestro alcance y más, y de la mejor forma posible. Un último pensamiento para concluir estas reflexiones: no pensemos en si estos tiempos han sido buenos o malos. Aprovechemos esta oportunidad que repentinamente nos hemos encontrado y seamos agentes de cambio; de nosotros depende.
Para saber más
• https://www.bishopsgate-school.co.uk/media.
• https://www.gov.uk/coronavirus/education-and-childcare.
• Artículo sobre cómo apoyar a los alumnos después del confinamiento.
• Informe PISA UK 2012.
* Maestra de educación infantil en el colegio Bishopgate, Reino Unido. Artículo publicado originalmente en Cuadernos de Pedagogía, núm. 512, Wolters Kluwer.
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