http://www.proyectoatlantida.eu.
El Proyecto de Innovación Atlántida, junto a más de 10 grupos de innovación que han apoyado el trabajo, ha recogido la opinión y la experiencia de 5,900 familias y 3,700 docentes de toda España a lo largo del segundo mes de confinamiento (15 de abril a 15 de mayo). La investigación se centra en tres grandes cuestiones:
1. La capacidad de respuesta del sistema educativo a la crisis y a los efectos de la brecha digital de acceso y uso en familias y docentes.
2. La visión de las familias y del profesorado sobre el papel que han desempeñado las administraciones, el centro educativo y ellos mismos durante la crisis.
3. Las implicaciones del cierre de centros sobre el aprendizaje y en el currículo.
Las conclusiones del estudio más destacadas son las siguientes: se ha producido una crisis generalizada de aprendizaje, pero que afecta de modo distinto y con un impacto desigual a distintos grupos; el aprendizaje de todos los estudiantes se ha visto fuertemente afectado por el cierre de centros y el confinamiento; en una tercera parte de los casos la pérdida de aprendizaje podría haber sido severa, y los docentes consideran que hasta 30% del alumnado no ha podido seguir el modelo de educación a distancia.
Las dificultades a las que se enfrentan las familias en relación con la educación a distancia son múltiples y de gran calado: 25% de familias reconocen dificultades de diferentes tipos para que sus hijos puedan seguir aprendiendo satisfactoriamente con la educación a distancia.
La brecha digital no se produce sólo en el acceso a la tecnología sino también en su uso, tanto por los docentes como por las familias, y afecta, al menos, a 30% de ellos.
Docentes y familias valoran muy positivamente el papel que cada uno de ellos ha desempeñado en esta crisis. A pesar del carácter sin precedentes de la crisis, y de los desafíos que ha supuesto, docentes y familias creen que ambos han estado a la altura. Esto da esperanza de cara al futuro inmediato y supone un excelente punto de partida que habría que capitalizar y reforzar por parte del sistema educativo. El 76.6% de las familias considera que el tipo de tareas que los docentes han propuesto a los alumnos es bastante o muy adecuado, y el 65.4% de los docentes valora como bueno o muy bueno el apoyo recibido por parte de las familias respecto de la actividad docente. Y tal vez lo más destacable es que 85.2% de las familias piensa que la empatía y la motivación de los docentes hacia el alumnado ha sido bastante o mucha.
La crisis actual señala la necesidad de redescubrir el importante valor de las escuelas como espacio público donde se integran los valores democráticos de la comunidad. Pero también ha puesto de manifiesto la imposibilidad de compensar desigualdades sólo a través de alternativas de aprendizaje virtual y a distancia. El modelo de educación a distancia necesita partir de un buen diagnóstico y de propuestas de mejora, puesto que es urgente hacer planes de contingencia que contemplen la posibilidad de futuros periodos de cierre de centros y, en todo caso, de un próximo curso en que la asistencia presencial a los centros va a estar severamente restringida. Es el momento de desplegar todos los recursos profesionales del sistema escolar para detener la pérdida de aprendizaje, recuperar a los que quedaron atrás durante estos meses, y buscar alternativas flexibles e innovadoras a las restricciones que la pandemia va a seguir imponiendo durante un tiempo posiblemente más largo del que ahora se puede prever.
Todo el material (resumen y recomendaciones, informe de investigación y escenarios de innovación) puede consultarse en http://www.proyectoatlantida.eu.
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