Óscar González
Desclée de Brouwer, Bilbao, 2014
El tema abordado a lo largo de esta guía, la relación familia y escuela, es transcendental. Óscar González centra su mirada en la situación actual de ambas instituciones y, en concreto, en las relaciones que establecen y en la tipología de las familias: implicadas y preocupadas, despreocupadas de sus responsabilidades, obsesionadas por las actividades que realizan sus hijos, desestructuradas, y con carencia de recursos. Para ello, aporta evidencias a través de una pequeña investigación en torno de la cuestión: “¿Qué piensa la comunidad educativa sobre las actuales relaciones entre familia y escuela?”, a partir de su experiencia personal y de los estudios de expertos en la temática.
Analizando el panorama actual de nuestra sociedad, buscamos políticas y estrategias educativas, más allá de las establecidas, para implicar a las familias en los centros escolares. Si queremos unir hogar y escuela es necesario un cambio. Cuidar el lenguaje y la comunicación serán los retos principales para incluir y dar cabida a la diversidad familiar. Colaborar, participar e involucrarse en las escuelas es fruto del deseo de todos sus miembros y de la importancia de la corresponsabilidad y del trabajo conjunto, para fomentar y mejorar las relaciones y, por consiguiente, la educación del alumnado. Hacer “puertas giratorias” (el dentro y el fuera) es una manera de crear una verdadera comunidad y promover la colaboración. Algunas propuestas de cambio serían: la Universidad de Padres (yo la llamaría la Universidad de Familias) en línea, de José Antonio Marina, para conciliar la vida familiar y laboral; la Parents and Teacher Associations, como modelo de cooperación de todos sus miembros, y la Alianza Educativa Familia-Escuela, fundada por el autor del libro, con la intención de crear un auténtico equipo de calidad con la participación de toda la comunidad educativa.
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